jueves, 2 de julio de 2009

EN ARGENTINA NO FALTA EL ALIMENTO

LO QUE FALTA SON POLÍTICAS.Punta Tombo en la provincia de Chubut y cercano a la Península Valdéz es el lugar donde se reúnen los pinguinos para anidar y cuidar sus crías. Últimamente se ven albatros y gaviotas que se han multiplicado de tal forma que los biólogos del (Centro de Estudios del Medio Ambiente Patagónico) CEPAT están estudiando su procedencia. Con relación al incremento se puede apreciar cien veces más que en los años 90.
Resulta que estas aves encuentran toneladas de peces muertos muy cerca de las costas.
El secretario de agricultura, ganadería y pesca de la Nación , tuvo una desastrosa idea: retirar los inspectores que iban a bordo de los pesqueros y los fresqueros que buscaban langostinos, cambiándolos por meros 'observadores', con un casi nulo poder de policía...
Este hecho coincidió casualmente (o no tanto) con otras dos situaciones desgraciadas....
1. La Comunidad Económica Europea expulsó de sus mares a los
buques congeladores que eran altamente depredadores.... Ante la imposibilidad de trabajar en el viejo continente, las grandes empresas españolas emigraron hacia Argentina, donde la depredación es una palabra desconocida, casi sin uso..
2. Las autoridades provinciales de Santa Cruz y Chubut en los noventa completaron el círculo permitiendo a las naves factorías foráneas a tirar (sí, a tirar por la borda) aquel pescado que no les conviniera...
Desde entonces, los buques que buscan langostinos sólo se interesan por esta especie, que cuesta en el mercado internacional 18 dólares el kilo… Escuchó bien, casi 60 pesos el kilo...
Por ello, arrojan al mar la merluza, el cazón, el abadejo, las rayas y hasta el salmón que caen en sus redes.
Como la merluza es un predador del langostino, ejemplares de muchísimo kilaje quedan atrapados, son llevados a la cubierta y luego arrojados al mar...
Como estos peces viven a 80 o 90 metros bajo la superficie, una vez subidos al barco mueren por una normal diferencia de presión...
Aunque sean devueltos al océano, ya están muertos.. ¿Quién se los come?
Acertó...los albatros y las gaviotas....
¿Sabe cuántas toneladas de merluza tira al mar cada uno de estos barcos de 40 o 50 metros de eslora? 10 toneladas diarias... 10.000 kilos... Siga sumando con nosotros...
10.000 kilos por día, sólo de merluza (no estamos contando centolla, ni abadejo, ni cazón, ni salmón, ni nada de eso) hay que multiplicarlos por la cantidad de barcos que salen a buscar langostinos...
¿Sabe cuántos son, cada día, sólo en esa zona? Nunca menos de cien... Multiplique, cien barcos, que tiran diez mil kilos de merluza, son un millón de kilos de pescado arrojados al mar cada vez que sale el sol....
¿Sabe cuántos argentinos podrían comer estos manjares gratis cada día? Un millón de compatriotas, que dejarían de tener hambre, porque un kilo de excelente pescado es un regalo de los dioses...
¿Sabe cuál es el país que tiene la mejor educación y la tecnología más avanzada del mundo? ¿Sabe cuál es la base de la comida nipona? No es el arroz, como nos hacen creer....es el pescado.
¿Hace falta detallar las virtudes que les traería a nuestros chicos alimentar sus cerebros con fósforo de nuestros mejores ejemplares marinos?
Estos números que causan vergüenza fueron denunciados una y otra vez por los marineros no nucleados en el SOMU, el sindicato que dirige el impresentable 'Caballo' Suárez, ese irresponsable titular del gremio marino que se emborrachó en medio de una gira de Cristina Kirchner por Europa, generando un escándalo que motivó que lo sacaran de la delegación...
La oposición a Suárez les ha implorado a los empresarios, a los gobernadores patagónicos y a las autoridades nacionales, que terminen con esta depredación del recurso y que alimenten a la gente pobre, que también existe en el sur de nuestro país.
¿Saben cuál fue la respuesta de los dueños de las pesqueras españolas?
Tratan de no contratar personal de a bordo argentino, optando por peruanos y bolivianos que no se quejan de la depredación, porque, total, la plataforma continental no la sienten como propia.
¿Saben qué contestan los políticos argentinos? Les bajan los impuestos a las ganancias para que ganen más y no sigan protestando.
Hace pocas semanas, los marineros opositores se rebelaron y quemaron varias plantas de procesamiento en Puerto Deseado.
Uno de los pedidos, además del salarial, era que dejen de tirar pescados muertos al mar.
Los científicos extranjeros que analizan la multiplicación de gaviotas y albatros señalan con resignación: 'La causa de semejante mutación en la población de aves no es otra que la enorme riqueza de los argentinos, casi tan grande como su propia estupidez.

Por Alicia Jardel
Profesora
Colaboradora de Investig'Action Bélgica

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