viernes, 10 de julio de 2009

CANASTA FAMILIAR-AUMENTÓ 57 %

Un padre de familia, busca datos en un diario y llega a la conclusión que alguien está equivocado.

INDEC
De acuerdo con el Indec, en el Gran Buenos Aires la pobreza bajó del 30,2%, en el segundo semestre de 2006, al 17,8% en el segundo semestre de 2008. La indigencia, por su lado, habría caído del 9,7 al 4,7%. En este período, el Gobierno aumentó el gasto nominal devengado para planes sociales, dirigidos mayoritariamente a los indigentes, en un 30%. Si se acepta como válida la caída de la pobreza extrema reportada por el Indec, se concluye que el gasto asistencial a la población en riesgo social se multiplicó por dos. Este es, probablemente, uno de los sustentos de la estrategia electoral del oficialismo. Sin embargo, este resultado es posible sólo si se admite, como afirma el Indec, que en esos dos años la canasta básica de alimentos aumentó el 11%.

Distinto de ello, la valuación de la canasta con los precios relevados en forma independiente en el mercado muestra un alza del 57%, cinco veces más que lo reportado por el organismo oficial. Haciendo la corrección pertinente, debe concluirse no sólo que la pobreza creció desde 2007, sino que -lo que es relevante para explicar el resultado electoral- el gasto asistencial real por persona en estado de pobreza extrema cayó cerca del 30 por ciento.

SEL CONSULTORES
La encuesta de hogares realizada en mayo último por SEL Consultores muestra que en el conurbano la pobreza alcanza a casi el 37% y la indigencia al 12%. Esto significa que ahora el número de pobres es alrededor del 15% más alto que en el momento de las elecciones presidenciales.

La encuesta de SEL muestra que el 51% de los pobres llega con mucha dificultad a fin de mes (68% entre los indigentes), y que el 40% se siente económicamente muy inseguro (el 53% entre los indigentes).

EMPLEO
Para el Indec, en el primer trimestre, el desempleo en los partidos del Gran Buenos Aires fue del 8,7%; la encuesta de SEL indica que en el mes previo a las elecciones era del 12,3%, diferencia por demás significativa. Esto, por supuesto, explica parte del aumento de la pobreza no atendida por el sistema asistencial, pero también afecta las expectativas futuras, lo que influye en la decisión del voto: el 27% de la población del conurbano está muy preocupada por la posibilidad de perder el empleo; entre los pobres, esta preocupación sube al 42%, y el 16% cree que es muy probable que ello ocurra en los próximos seis meses.

La falta de un plan de contención social para los desocupados, que en su gran mayoría provienen del sector informal (el 20% de los informales cree muy probable perder el empleo) posiblemente también es resultado de las distorsiones del Indec. Si en efecto es así, el Gobierno ha pagado un alto costo político por mirar un espejo deformado de la realidad.

No hay comentarios: