jueves, 2 de julio de 2009

EL HAMBRE ES UN CRIMEN


Cuando la realidad es dura no hay lugar para los sueños. El desamparo de la niñez, la pobreza y la injusticia que significa el hambre en nuestro país, moviliza a personas de buena voluntad que también rondaron por la pobreza y como la conocen la quieren combatir. Mientras los funcionarios de todas las épocas que debieran ocuparse no toman las medidas necesarias para evitar esta injusticia.
Alberto Morlachetti creador de la Fundación Pelota de Trapo, un ex-canillita, que estudió sociología en la UBA, dejó de leer a Marcusse y los textos de la Escuela de Frankfort y comenzó a reunir a los pibes en una cancha de fútbol. Pero había otras necesidades. Con el apoyo de otros pobres, con rifas, donaciones y trabajo personal logró comprar dos lotes, allí construyó la Casa del Niño de Avellaneda. Hoy tienen una imprenta, una panadería, dos hogares, una granja, bibliotecas, consultorios y sobre todo una organización nacional donde comparten alegrías y fuerzas con otros trescientos emprendimientos solidarios de todo el país, como la Red El Encuentro, de José C. Paz, o el Hogar Juan XXIII, de Avellaneda.

ESTABLECER EL VÍNCULO
Fue difícil al principio el entender a éstos pibes. Venían de experiencias difíciles, maltratados y heridos por una sociedad sorda que tampoco quiere ver. Esos niños bravos tenían costumbres salvajes y lenguaje áspero. "Yo tuve que aprender de ellos. Tuve que aprender para enseñarles".
Los pibes librados a su suerte, abandonados, son un tema muy complejo. Si construir un vínculo no es algo espontáneo ni con el recién nacido, cuando toda la historia está por escribirse, ¿cómo se va a gestar un vínculo con el chico de la calle cuando en su historia nada pasó por seducirlo para la vida sino todo lo contrario? Suelto de madre es necesario domiciliarlo en un vínculo amoroso. No hay pedagogía sin ternura." dice Alberto
Los chicos provenían de las villas,de orfandades,y comenzó a reunirlos los sábados para un partido de fútbol y después una chocolatada con facturas que conseguía de las panaderías generosas. Cuando abrió la sede de la Fundación se fue a vivir con ellos. Los primeros fueron los que se juntaban detrás de la Facultad de Derecho, Alberto les dio cobijo, instrucción, horizonte. En 1977 comenzó el aluvión de chicos callejeros y Pelota de Trapo les dio refugio. Alberto era el "padre" de todos. Se enfrentó a la droga, que antes era la cocaína y el poxiram y hoy es el paco, y a la prepotencia de la policía y sobre todo al prejuicio social.

COMO SE MANTIENE LA OBRA
Alberto está solo. El Estado no lo acompaña más que con algunas becas y subsidios menores. El Estado no está ni para la foto. Sigue adelante con los médicos de la Fundación Garrahan, con donaciones y sobre todo con la buena voluntad de la gente.

LOS RESULTADOS
Muchos de aquellos niños rebeldes que Alberto le daban dolores de cabeza hoy son señores con oficios y cargos bien rentados en empresas. Le traen ahora a sus nietos y le cuentan sus progresos. Son hombres hechos y derechos con la cultura del trabajo totalmente incorporada. Alberto recuerda cuando tenía que retarlos, cuando los esperaba despierto toda la noche hasta que volvían, cuando afrontaba con preocupación y a veces con humor sus diabluras.

ANTE EL DELITO ALBERTO DICE:
"Los delitos grandes no los hacen los chicos". Le asombra el poco conocimiento que tienen los funcionarios sobre la problemática de la minoridad carenciada. Le dan vergüenza ajena. Y lo asusta que, comparados a los primeros chicos que él sacó del pozo, los pibes de esta década están más empobrecidos. Ahora el paco directamente los discapacita. "La droga, más allá del lucro, es funcional al sistema de dominación", dice enojado.

HA RECIBIDO AMENAZAS
Ocho hombres asaltaron la escuela gráfica, los amenazaron de muerte y se llevaron unos pocos pesos. Tres meses después encapuchados secuestraron un chico de la obra Juan XXIII, lo pasearon en un auto y le advirtieron que quemarían tres edificios de la Fundación Pelota de Trapo. Posteriormente hubo otras advertencias y amenazas

LA SITUACIÓN ARGENTINA TRASPASÓ LAS FRONTERAS
El diario El País de Madrid,comentó hace unos meses en un artículo: "Ocho niños menores de cinco años mueren por desnutrición al día en la Argentina, uno de los mayores exportadores de alimentos del mundo".

SU OBRA
Fundó hogares, cooperativas, jardines maternales, consultorios para carenciados, escuelas de oficio, granjas y redes sociales.

DISTINCIONES
Fue premiado y reconocido por Alemania, Suecia, Estados Unidos, el Intituto Bet-El, La Organización Mundial de la Salud, Naciones Unidas, e Instituciones argentinas y latinoamericanas. La Comunidad de Madrid le otorgó el premio Infancia.

Fundación: http://www.pelotadetrapo.com/
Foto:casa de los niños de Avellaneda

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