sábado, 12 de junio de 2010

LAS SEMILLAS SON AHORA UN GRAN NEGOCIO

Tradicionalmente las comunidades sembraban y cultivaban sus alimentos; guardaban las semillas generadas por sus cultivos y las compartían con sus vecinos. Ahora unas cuantas empresas multinacionales controlan más de la mitad del mercado mundial de semillas y su injerencia se extiende mediante una creciente red de intermediarios privados y compañias nacionales de empresas semilleras con conexiones políticas.

La expansión de los monocultivos de soja para proveer a los crecientes mercados de alimentos baratos para animales y de agrocombustibles aumentará en las próximas décadas. Cada vez más la soja es utilizada como alimento de animales para cubrir la creciente demanda de carne, huevos y productos lácteos y por otra parte la Unión Europea, los Estados Unidos, Brasil, la Argentina y otros países pretenden establecer cultivos a gran escala para la producción de combustibles para el transporte y la generación de energía.

Más del 90 % de la semilla de soja que se cultiva en la Argentina está modificada genéticamente. Monsanto está trabajando conjuntamente con BAFS para producir una nueva generación de semillas transgénicas para los próximos tres años, que incluye una variedad de soja con mayor contenido de aceite, lo que mejorará su capacidad producción de biodiésel.

Las empresas productoras están presionando al gobierno para que no ratifique el Protocolo de Cartagena, que regula los cultivos transgénicos y también para que se restrinja el derecho de los agricultores a guardar las semillas, para acelerar la autorización de comercialización de las semillas transgénicas en el mercado, y para que se les permita crear monopolios.

PRINCIPALES CONSECUENCIAS DE LA UTILIZACIÓN DE SEMILLAS TRANSGÉNICAS Y SUS INSUMOS (GLIFOSATO PRINCIPALMENTE)

Degradación de los suelos, contaminación de aguas superficiales y acuíferos. Disminución de la capacidad de fijación del nitrógeno en la soja. Aumento en la susceptibilidad de algunas enfermedades y la reducción del desarrollo de hongos, necesarios para la extracción de nutrientes del suelo. La ausencia de malezas durante el período de floración hace difícil que los insectos beneficiosos sobrevivan, y aumenta la amenaza de plagas y pestes dañinas.

EMISIONES DE DIÓXIDO DE CARBONO (CO2)
Se ha demostrado que el cultivo de soja aumenta las emisiones de CO2, contribuyendo al aumento de gases invernadero del país.
El dióxido de carbono (CO2) es directamente responsable del aumento de la temperatura de la Tierra que, aunque nos parezca ahora casi imperceptible, va a variar drásticamente la vida tal como la conocemos.

EFECTOS NEGATIVOS DEL GLIFOSATO
Ya están comprobados los efectos negativos de este herbicida sobre la salud humana y el ambiente además de las condiciones laborales desfavorables.

Fuente: Amigos de la Tierra

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