El gobernador de Salta, el peronista José Manuel Urtubey, reconoció esta semana en un programa televisivo que en 2010 murieron en su provincia cinco niños víctimas de la malnutrición.
En lo que va de año se ha confirmado ya un caso y otros dos están siendo investigados por el mismo motivo: hambre o alimentación deficiente. "La desnutrición infantil es un drama latente en la provincia de Salta", admitió Urtubey, aunque explicó que las condiciones han mejorado en relación con los datos de hace tres años, "cuando morían más de 30 niños al año".La provincia de Salta, situada al norte de Argentina, a unos 1.600 kilómetros de Buenos Aires, y que curiosamente está experimentando un gran desarrollo turístico, tiene una importante población aborigen, que es la más afectada por la desnutrición y el abandono. Urtubey aseguró que el Estado "controla" 100.000 niños en esas comunidades, pero el nuevo escándalo demuestra que esa cifra es insuficiente y que deben existir muchos más fuera de todo tipo de mecanismos de ayuda.
La zona más afectada es la llamada Tartagal, con un alto índice de población indígena, de 50 comunidades distintas. Según portavoces de esas comunidades, el problema del hambre se recrudeció con el cierre de los colegios, donde existen comedores públicos (el verano austral comienza en diciembre), y el aumento del precio de los alimentos, que ha hecho que las ayudas sociales de 1.000 pesos mensuales destinadas a otros comedores comunitarios no alcancen para comprar abastecimientos suficientes. El calor y la ingesta de agua en malas condiciones fomentan además las diarreas y vómitos infantiles. Todos ellos son peligros conocidos, que las autoridades debieron prever pero que, una vez más, no han atajado ni controlado a tiempo.
La indignación por la muerte de niños (o de ancianos) víctimas de la malnutrición en el norte de Argentina es recurrente y suele estar impulsada por ONG y algunos grupos médicos, pero no ha conseguido aún que un país que es uno de los gigantes agroalimentarios del mundo, cree una red institucional capaz de erradicar el hambre, especialmente entre las comunidades indígenas.
Fuente: El País
UN ACTO DE MOYANO EN SALTA
El secretario general de la Confederación General de Trabajo (CGT), Hugo Moyano, dejó ayer conformada en Salta a la mesa de conducción de la Corriente Nacional del Sindicalismo Peronista (CNSP) durante un acto realizado en un hotel cinco estrellas ubicado en el centro de la ciudad y al que asistieron unas 500 personas. En la oportunidad, el dirigente del sindicato de los camioneros marcó el perfil y los objetivos que se propone este nuevo espacio y que apuntan a sentar en el sillón de Rivadavia a un hombre de extracción gremial para las elecciones presidenciales de 2015.
En el transcurso de su alocución, Moyano anunció el apoyo de la CNSP a la candidatura del diputado nacional Walter Wayar a gobernador de la provincia para las próximas elecciones, quien llevará como compañero de fórmula al titular de la CGT local, Jorge Guaymás. Tras defender a rajatabla el modelo kirchnerista, el sindicalista fustigó a los gobernadores que hacen suyas las obras que se ejecutan con fondos nacionales. “Algunos ni siquiera dan las gracias y esto me parece una falta de respeto”, se quejó. “Al que le caiga el sayo, que le caiga”, respondió cuando en la conferencia de prensa le consultaron si con ello estaba aludiendo directamente al gobernador Juan Manuel Urtubey.
También expresó su apoyo en un todo a las expresiones del secretario gremial de la CGT nacional, Jorge Viviani, respecto a las muertes de niños por desnutrición en la provincia de Salta. “Esto nos tiene que indignar. ¿Dónde están los gobernadores?, se preguntó Viviani. Y remarcó que “somos el cuarto productor mundial de alimentos y no es justo que a nuestros niños los dejemos morir de hambre”. Moyano sostuvo que “debemos poner atención en estas cosas y precisamente este es un tema que la fórmula Wayar-Guaymás lo tiene bien elaborado en su plataforma de gobierno. Viviani tiene razón: en estos tiempos no podemos permitir que un niño se muera por desnutrición”.
Fuente: El Tribuno
REUNION DE GABINETE Y DECLARACION DE URTUBEY
A Indalecio Calermo no se le permitió la entrada a la reunión:
Antes del inicio de la reunión de gabinete, se hizo presente en el lugar el recientemente asumido presidente del Instituto Provincial de Pueblos indígenas (IPPIS) el dirigente wichí Indalecio Calermo, pero el personal de seguridad y de ceremonial no le permitió el ingreso al recinto donde se encontraban los funcionarios.
Calermo expresó su malestar y dijo sentirse “totalmente discriminado; no me permiten el ingreso a esa reunión donde se están tratando temas relacionados con los aborígenes simplemente porque soy indio”.
En enero último, murieron por desnutrición tres niños de alrededor de un año, en las comunidades aborígenes próximas a Tartagal y otros tantos fueron internados con síntomas compatibles con esa enfermedad. Además, en diciembre, falleció una mujer aborigen de unos 40 años en la misma zona.
Urtubey señaló que en la actualidad “son más de 100.000 los niños que se encuentran bajo control de los planes nutricionales del Gobierno, lo que ha permitido bajar los indicadores de desnutrición en la provincia de Salta. No hemos logrado resolver el problema cien por ciento y es por eso que se creó la coordinación de inclusión social que trabajará en forma coordinada con los equipos municipales”.
Luego, en una particular interpretación de cuales son las razones por las que el sistema de salud no alcanza a cubrir las necesidades de las vastas poblaciones aborígenes del norte, Urtubey dijo que su gobierno está equipando todas las instituciones sanitarias, pero “el eje de la cuestión es fortalecer en términos sanitarios y culturales la inclusión de aquellos que aún teniendo infraestructura sanitaria no quieren asistir por una cuestión cultural. Yo no transfiero nuestra responsabilidad pero debemos advertir que allí (en el tema cultural) está el verdadero problema”, aseveró.
Para el gobernador de la Provincia, Juan Manuel Urtubey, la crisis del norte provincial no es sanitaria ni social sino cultural, y fue evasivo al responder cuando se le preguntó por qué no está en funcionamiento el hospital construido por la Fundación Madres de Plaza de Mayo.
Fuente: El Tribuno
CENTRO ASISTENCIAL CERRADO
El abogado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, Pablo Schoklender, lamentó haber quedado “en el medio de una disputa entre el Municipio de Tartagal y el Gobierno de la provincia de Salta”. Dijo esto al ser consultado ayer por El Tribuno respecto del centro asistencial que construyó esa fundación en Tartagal y que permanece cerrado. “Nos dio mucha pena tener que abandonar el proyecto por diferencias que todavía no comprendemos”, aseguró.
Schoklender recordó que “si bien, en un principio tuvimos todo el apoyo del intendente del municipio (Sergio Leavy) en el transcurso de la obra y con el juicio político al que fue sometido, empezaron las dificultades para continuar adelante.”
“ La falta de diálogo con el Gobierno de Salta fue una constante todo el tiempo. Enviamos notas y llamados pero no tuvimos respuesta alguna”afirmó el representante legal de la Fundación.
“Nosotros queremos que el proyecto no se desaproveche por diferencias políticas, incluso comunicamos que si no somos nosotros sean otros los que sigan adelante esta tarea”afirmó Schoklender.
Con respecto a la situación sanitaria actual Sergio Schoklender dijo “podríamos haber aportado nuestro granito de arena, pero no nos dejaron”.
Fuente: El Tribuno
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