lunes, 14 de febrero de 2011

EL AGUA ARGENTINA TAMBIÉN ES NEGOCIO

Apremiada por el saqueo una provincia argentina “prohíbe” exportar agua dulce


Buenos Aires, 17 de junio de 2010 (RENA). La provincia de Santa Fe, en el litoral del país, sancionó el 12 de noviembre del año pasado, una ley que prohíbe la venta de agua dulce o potable a granel y sin tratamiento de ningún tipo. La inédita normativa no es producto de trasnochados legisladores, desde hace varios años hay denuncias de la venta de agua del río Paraná a Europa. Desembozadamente, una empresa norteamericana con oficinas en Miami y también en Buenos Aires, lo hace. El agua que extrae es llevada en buques cisternas a países europeos y la comercializa en valor euros. Esta provincia es la primera en adoptar la drástica medida en Argentina, pero otros países ya lo hicieron antes. Un destacado profesional aseguró a RENA que el hecho “es gravísimo”.

Ganancia exorbitante
Infinidad de informes revelan que la empresa Makhena SA, de activos norteamericanos y que según consignan algunos investigadores, tiene fuertes vinculaciones con el ex presidente de los estados Unidos, George W Bush, exporta agua dulce del Río Paraná desde, por lo menos, 1983. La firma tiene sus oficinas centrales en Miami, y en Argentina opera en la calle Perú 655, en la Ciudad de Buenos Aires, y según consta en su página web, comercializa agua dulce de río, cruda y sin tratar en cantidades que oscilan entre los 60 mil y 70 mil toneladas por envío en montos equivalentes a unos 20 millones de dólares, según sea el lugar de destino.
La empresa que además comercializa aceites, ajo, carbón y agua embotellada, a lo largo de tantos años, ha ganado cifras exorbitantes con la venta de agua que extrae del Paraná. En tanto reconoce que el agua que ha extraído regularmente del río que baña las costas de Santa Fe y de otras dos provincias del litoral, la extrae “con anuencia” de las provincias de la cuenca y señala que con solo un buque cisterna despachado a Medio Oriente, por ejemplo, con 7 mil toneladas de agua, llegan a ganar unos 2 millones de dólares. Si la carga va a Escocia, donde se termina el proceso de potabilización y envasado, el litro de agua puede venderse a razón de once euros.

Lisandro Mena, un concejal de la municipalidad de Gálvez, a 81 kilómetros de la ciudad capital de Santa Fe, y uno de los tantos preocupados por el tema que presentó un Proyecto de Declaración dijo al Diario UNO que el negocio del agua envasada toma real dimensión cuando se conocen los precios que tiene en los países del Primer Mundo, en consonancia con las ganancias admitidas por el directivo de Makhena SA. “Una botella chica de agua mineralizada – de 500 centímetros cúbicos- en Europa se la puede encontrar a unos cinco euros”, dijo.


Un medio argentino entrevistó en el 2008 a Alberto Cholewa, uno de los socios de la empresa Makhena SA, quien admitió que efectivamente, comercializaban el agua del Paraná. “Este tipo de ventas las hicimos desde 1983 a 1987 y ahora lo estamos tratando de retomar. Porque en su momento no se pudo hacer más por el costo del flete”, dijo la oportunidad.


Explicó que el destino preferido (de agua cruda y sin tratar) es Medio Oriente y también Africa. ¿La razón? Porque son “lugares donde hay una necesidad muy grande de agua potable, porque no necesitan que sea mineral”, aclaró. También dijo con una notable audacia dijo que en un principio quisieron armar algún joint venture con alguna municipalidad de Santa Fe o Buenos Aires “pero eso fracasó por cuestiones organizativas”.

Makhena SA terminó tomando el agua del río en barcos en desuso (como los Panamax) que tienen prohibido transportar petróleo u otros hidrocarburos y con los cuales debían pagar poco flete. Pero los costos aumentaron y según dijo Cholewa al medio “el flete hoy absorbe entre un 50 y un 60 por ciento de nuestros rindes”.

Aunque la ley de prohibir la extracción de agua cruda sin tratar no cumplió un año, las denuncias de estas prácticas no son nuevas. El doctor en química analítica Deonaldo Carbajal dijo a RENA que “El tema es gravísimo. Nos están sacando un recurso vital y nadie parece preocuparse. La gente no está enterada y los políticos no toman debida atención”. El especialista resaltó que la problemática que ya lleva muchos años seguramente será sufrida en toda su dimensión por las generaciones futuras. “En el mundo el 78 por ciento de la superficie terrestre es agua, de ese porcentaje, sólo el 3 por ciento es potable, dulce y de eso el uno por ciento está en el Acuífero Guaraní, un estratégico reservorio de agua que ocupa 1.190.000 kilómetros cuadrados bajo los suelos de Argentina, Paraguay, Brasil y Uruguay”, dijo. Y agregó “Antes apuntaron a la India y Africa, ahora nos toca a nosotros…se están llevando la última riqueza que nos queda”.

La falta de agua, que se presenta como un conflicto geopolítico del siglo XXI, convierte a la región en un botín interesante para poderosos empresarios. A eso le teme Carbajal. “Como nadie se opone, ya compraron tierras en Córdoba, la Patagonia y aprovechan las napas. Si se explotan de la manera en que ellos lo hacen, se van a terminar salinizando y no van a servir más”, dijo.

Informes privados a los que tuvo acceso RENA indican que fuertes multinacionales se disputan el dominio en las cuencas hídricas del Golfo de México, del Amazonas en Brasil y “también” las cuencas del Paraná, Uruguay y del Plata.


En el 2000 se embotellaron y comercializaron más de 24 mil millones de litros en el mundo, de los cuales un noventa por ciento en recipientes plásticos no retornables o reciclables.


Junto con los colosos mundiales de esta industria, tales como Perrier, Evian, Naya, Poland Spring y Purely Alaskan, existen miles de pequeñas compañías que se dedican a este negocio. Con ese escenario, muchos países recurrieron a la protección de sus recursos hídricos naturales con leyes severas, como son los casos de Uruguay, Canadá, Bolivia y Puerto Rico entre otros.


Para completar la información pinche en:

http://www.renanews.com.ar/investigacion_periodistica_rena_3.php

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