El periodista y poeta Shi Tao fue detenido en 2004 por enviar un email a un contacto suyo en Estados Unidos. El mensaje describía unas instrucciones que el Departamento de Propaganda del Partido Comunista Chino les había enviado a él y a otros periodistas sobre cómo debían informar de los actos de conmemoración del aniversario de la matanza de la plaza de Tiananmen, exhortando a los periodistas a “nunca publicar opiniones que no fuesen acordes con las políticas oficiales”, y a comunicar a las autoridades cualquier indicio de contactos por parte de otros periodistas con “elementos democráticos extranjeros”.
El caso de Shi Tao es la punta del iceberg de la censura generalizada en China. Decenas de sitios web han sido bloqueados, incluido el de Amnistía Internacional, y las autoridades chinas filtran los contenidos disponibles en internet, con la complicidad de empresas extranjeras como Yahoo!, o Microsoft. Recientemente Google ha dado un paso positivo al exponer públicamente su inquietud por la libertad de expresión de sus clientes en China.
En el 2005 Shi Tao fue condenado en un juicio secreto e injusto a 10 años de prisión por "divulgar ilegalmente secretos de Estado en el exterior”.
Su detención y condena fue posible en gran parte gracias a la información suministrada las autoridades Chinas por Yahoo!, que informó a las autoridades de la dirección IP desde la que fue enviado el correo electrónico.
La familia de Shi Tao ha sido repetidamente acosada por las autoridades chinas a raíz de su detención hasta el punto de que su mujer fue presionada para que se divorciase, cosa que finalmente hizo.
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