Con el grupo interdisciplinario GIASUdH que dirige, encara proyectos de mejoramiento de la calidad de vida en los barrios más humildes como Alto Camet, La Herradura y otros. Ante la desidia de quienes desde la gestión debieran sostenerlo, comenzó una huelga de hambre en el salón comunitario de 429 y Antártida Argentina, en el barrio Monte Terrabusi, construido por su propio equipo.
NO QUIERE CORTAR LA RUTA
Fernando Cacopardo: Estoy en dieta líquida y salada, va en serio. Espero que haya respuesta concreta y pueda suspenderla. Pero prefiero esto a cortar una ruta y molestar a la gente.
Nosotros apuntamos a casos de emergencia habitacional desde hace años, rotando en distintos barrios y con apoyos institucionales diferentes, entre los cuales estaba un pequeño subsidio municipal (en el año 2008 recibieron $50.000). Trabajamos analizando quiénes está peor, quiénes tienen más riesgo de vida, y sobre todo dónde hay más chicos, porque por lo general son familias numerosas.
Alguna vez, desde otras autoridades municipales, surgió una iniciativa de apoyo en el año 2002 que, como tantas otras, quedó trunca hasta ser rescatada por el Concejo Deliberante en 2006 (Ord 17628) y los Decretos 2110/06 y 1420/08. No obstante, los $75.000 prometidos por el actual intendente Gustavo Pulti para 2009, todavía no aparecieron. Y estamos a las puertas del tercer mes de 2010…
No dependemos sólo de ese aporte, pero si no está nos desequilibra, nos deja inconclusas muchas cosas que están en movimiento. Necesitamos acopiar material básico: chapas, cemento, hierro, arena, madera.
Evidentemente, ese dinero no llega donde tiene que llegar. Nosotros, por ejemplo, trabajamos en una “unidad soporte” de 40 m2, que no soluciona el problema porque son familias extensas, pero que rescatan chicos que están en el barro, en el frío, en la lluvia, durmiendo en colchones mojados. Ya eso significa un cambio sustancial. Después, con la familia, se va viendo el crecimiento progresivo y posible de esa vivienda.
Considerando el aporte de mano de obra de la misma gente, el promedio es de $12.000 a $14.000 para algo que esté bien construido, con bloques, techos de madera, chapas de zinc, aislación… En fin, pueden venir a verlas. Es poco dinero y se puede dar un alivio a estas familias con muchas dificultades. Por eso en el grupo también hay una médica, una terapista, una psicóloga, y también una ingeniera agrónoma vinculada al INTA que hace una tarea fantástica de quinta y gallinero. Sobre todo en estos barrios, donde uno ve auténtica vocación por la tierra. Esto es muy importante para la autogestión de alimentos.
Yo no soy especialista, pero conversando con la médica del grupo y observando a las familias con las que trabajamos, es indudable que hay problemas. Uno lo ve en el habla, en el rendimiento en la escuela considerando la edad, todo eso es producto de graves problemas nutricionales en los primeros años de vida.
LO QUE SE PROMETIÓ HACE UN AÑO
Los interminables plantones en despachos municipales, los pedidos de audiencia reiterados, las notas presentadas que llegan a despachos con oídos sordos y ojos cerrados, llevaron a esta acción límite de decidir poner en riesgo la propia salud para poder seguir trabajando en beneficio de quienes menos tienen. Al cierre de esta edición, el secretario de Desarrollo Social de la Comuna, Fernando Gauna, garantizaba que en el transcurso de la semana se entregaría el subsidio prometido
Nota completa: Noticias y protagonistas.com
2 comentarios:
Abrazo la vida y vivo con pasión,
Porque el mundo pertenece
A quienes nos atrevemos,
La vida es mucho...
Para ser Insignificante.
Me apego a las cosas que son queridas por mi corazón
(Entre ellas mis amigos) sin ellos la vida carece de sentido.
Recibe un abraso grande por que Dios nos ha unido en este mundo de bloguer.
Hola Alegría te saludo a la distancia y gracias por leerme. Lo que publico no es ni más ni menos la realidad que vivimos en todo el mundo. Un beso
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