domingo, 24 de enero de 2010

LOS HAITIANOS NO NECESITAN FUSILES




En Cité Soleil, barrio pobre de Puerto Príncipe, se suceden las filas esperando para el agua y alimento.
Fuente: LA JORNADA

LAS NECESIDADES A CUBRIR SON POCAS PERO FUNDAMENTALES PARA LA VIDA, UNA DE ELLAS ES EL AGUA POTABLE.

La higiene es fundamental para evitar epidemias como el dengue y la malaria aunque estos flagelos y otros ya existían antes del terremoto.

La aglomeración en campamentos sin higiene, los desperdicios al aire libre que demoran días sin ser recolectados y la escasez de agua potable, que apenas alcanza para beber y cocinar algo, son los enemigos en común que advierten los especialistas.

El argentino Gabriel Ive, director nacional de emergencias sanitarias y jefe del equipo médico de Cascos Blancos, que trabajan en Leogane, a unos 35 kilómetros de Puerto Príncipe. "Hay que insistir en la prevención, con higiene y con la desconcentración de la gente que vive desde hace días hacinada" dijo el médico.

Aunque aún no son brotes explosivos, ya se detectó la aparición de diarrea, por las limitaciones del acceso a agua en buenas condiciones; de infecciones respiratorias, en particular entre los niños; problemas dermatológicos; tétanos, y casos de meningitis, según la delegada de salud de la Cruz Roja en Haití, Beatriz Karottki.

En la medida en que la situación sanitaria no mejore, el riesgo de epidemias crece cada día. Se debe trasladar con urgencia a los refugiados y dar mejores condiciones a los enfermos", señala el japonés Satoru Ida, de Médicos Sin Fronteras, a cargo del hospital Trinité, convertido en un campamento médico tras el terremoto. Allí la "sala de operaciones" es un container, y decenas de heridos son atendidos en la calle. Casi no hay camas para los pacientes. Tampoco llegan los alimentos de la ayuda internacional.

LAS TAREAS DE LOS CASCOS BLANCOS



LOS MARINES QUE DESEMBARCARON EN HAITÍ GENERAN SOSPECHAS
La fuerte presencia norteamericana llevó ayer al mandatario venezolano, Hugo Chávez, a advertir que Estados Unidos utiliza la tragedia de Haití para ocupar el país militarmente. Chávez dijo que el presidente Barack Obama debería enviar médicos, alimentos y medicamentos, no soldados armados con fusiles que luego podrían quedarse en esa nación. "Según leí, 3000 soldados están llegando, marines armados como si estuvieran en una guerra, ahí no hacen falta fusiles, Dios mío. Están ocupando Haití", dijo Chávez.


Los norteamericanos han intervenido en distintas circunstancias en países como el mismo Haití un residente dijo:"¿Vinieron a ayudarnos?", se preguntaban los haitianos, muchos de los cuales dudan de las verdaderas intenciones de Estados Unidos. Muchos creen que se trata de una ocupación encubierta.



Mientras los haitianos se debaten entre la desesperanza y el éxodo, Estados Unidos reforzó su control en la isla con el envío de unos 13.000 militares en total. La amplia presencia militar norteamericana es vista cada vez con peores ojos por los sedientos y hambrientos haitianos, muchos de los cuales se enfurecen con el sólo hecho de escuchar la palabra "american" o al ver a extranjeros blancos.
El despliegue humanitario estadounidense en Haití comenzó el viernes, con la llegada del portaaviones de propulsión nuclear USS Carl Vinson, que transporta 19 helicópteros destinados a labores de rescate y ayuda a la población.

Es cierto que Washington ha respondido de manera inmediata. Pero ha movilizado fuerzas adiestradas para la guerra y no para excavar. Son la división 82 y los marines, los últimos equipados con algunos medios de excavación.

El obstáculo es el teatro de operaciones. Haití dispone de un solo aeropuerto con una única pista bajo el control de los estadounidenses. Es un lugar que carece de espacio suficiente para recibir docenas de aviones y, sobre todo, hay escasas fuentes de reposición de combustible.

Los vuelos de Washington tienen prioridad sobre los de otros países.

El secretario de Estado de Cooperación francés, Alain Joyandet, lanzó que "no se trata de ocupar el país, sino de ayudarle a que recobre la vida", mientras que la jefa de la diplomacia estadounidense de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, afirmó que más que "ayuda militar" por parte de Europa, se necesita una mayor coordinación para que la ayuda pueda llegar a los afectados.
Ante la gravedad de la catástrofe, la Unión Europea decidió aumentar su ayuda a 600 millones de dólares. Gran Bretaña aportará otros 30 millones. Lula pidió que la sensibilidad internacional se traduzca en dinero para reconstruir Haití.


LA ONU ESTÁ EN DESACUERDO CON EL MÉTODO DE LOS MARINES EN ENTREGAR AYUDA

Hasta el momento, Estados Unidos optó por entregar alimentos y miles de litros de agua en zonas seguras de la capital desde el aire, un método duramente cuestionado por las Naciones Unidas, que alega que sólo contribuye a provocar disturbios entre los haitianos.

LA ONU TIENE SUS PROPIOS MÉTODOS

Para acelerar la distribución de ayuda, el Consejo de Seguridad aprobaría en las próximas horas el envío de otros 1500 policías de la ONU y de 2000 miembros adicionales de las misiones de paz, que se sumarían a los 9000 efectivos de seguridad que ya tiene la ONU en Haití.
Washington se ha comprometido a destinar una ayuda de 100 millones de dólares. La solicitud total de la ONU se eleva a 550 millones de dólares.


LA FALTA DE COMBUSTIBLE EMPEORA LA SITUACION

A esa capacidad reducida se agrega la falta de medios de transporte: no hay camiones suficientes para cargar los bultos de comida y agua que deben distribuirse entre los refugiados. Y eso no es todo. Son pocas las calles transitables, lo que demora los tiempos operativos. El desastre logístico se agrava por el hecho de que el país sólo tiene combustible para dos o tres días más.

La escasez de gasolina en Haití se hace cada vez más acuciante y constituye otro obstáculo para las operaciones de ayuda humanitaria en las zonas del desastre. Según la ONU, "el precio de la gasolina se ha incrementado hasta el equivalente de 10 dólares por galón (3,8 litros)".

Otro de los problemas a los que se enfrenta la asistencia humanitaria es que el puerto de la capital haitiana sigue inservible desde que el terremoto asoló la zona. Aunque el muelle sur está intacto, la ruta de acceso está destruida. En tanto, las tres grúas gigantes del puerto también quedaron inservibles, por lo que los buques que llegan son desviados hacia Cap-Haitien.


El general P. K. Keen, del Comando Sur, dijo ayer (por 17 de enero) que Estados Unidos tratará de poner en funcionamiento "lo antes posible" los puertos haitianos para permitir el aprovisionamiento de combustible. "Nos encontramos frente a varios problemas críticos, uno de ellos es el combustible. Este no llega por uno de estos puertos y tenemos necesidad de restablecerlo", declaró Keen desde Puerto Príncipe a la cadena de televisión CNN.

DELINCUENTES QUE SE LIBERARON TRAS EL SISMO

La presencia de la policía haitiana es simbólica. A partir de hoy, unos 3500 soldados estadounidenses ayudarán en esas tareas de seguridad, según dijo ayer Preval. "Tenemos 2000 policías en Puerto Príncipe que están gravemente afectados y 3000 delincuentes escaparon de prisión [tras el sismo]. Eso da una idea de qué tan mala está la situación", señaló a la prensa el presidente haitiano.




Fuente: LA NACION

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